La última pelicula de Ignacio Vilar, rodada en Orense. Fué un gustazo imitar la historica y hermosa piedra orensana con el fin de enmascarar los cables y demás elementos que en la actualidad cuelgan de ella y que lógicamente, no se hayaban allí en la época en que transcurría la acción.
Otro de los retos de esta producción fue la construcción y ambientación de un galpón en medio de un arenal,
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